CANTERAS DE CALATORAO.

 

La piedra de Calatorao se considera por tradición explotada ya en época romana, sin embargo, no existe constancia de frentes de cantera de esta época.
Es durante época árabe cuando encontramos los primeros vestigios de piedra trabajada en las monjas de acequias y otras conducciones para riego.
Los primeros documentos que hacen referencia al empleo de la piedra datan del siglo XVI.
En 1543 se utilizó para la peanía y la pila de una fuente, para la casa de Juan Torrellas.
En 1547 se requirió para hacer la orla y cinta del losado del coro de Santa María la Mayor (actual templo metropolitano de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza) en el que se haría el resto de piedra jaspeada existente en el término de la Torraza.
En 1580 se empleó para una fuente surtidor situada en el jardín del Palacio de Don Juan Jiménez de Urrea, Conde de Aranda (actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón).
A partir de este momento son continuas las referencias a dichas explotaciones, casi siempre en relación con elementos decorativos presentes en numerosas ciudades españolas.
Así J. B. Labaña en el siglo XVII recoge "hay en el término de este lugar canteras de piedra negra muy buena que toma muy buen lustre".
A. Ponz (siglo XVIII) dice al hablar de Calatorao que el retablo del Santo Cristo es de mármol negro de las minas cercanas.
A. Lobarde en el siglo XIX las menciona en la relación de mármoles que se explotan en Aragón. Y en 1873 D. Felipe Martín Donayre, ingeniero del cuerpo de minas, con motivo de la elaboración del mapa geológico de España, dice: "El pueblo de Calatorao está rodeado por el Norte y Sur por la formación Jurásica, compuesta casi exclusivamente de las calizas negras, tan conocidas como mármoles de decoración por el buen pulido que adquieren".
El carácter internacional de estos mármoles es evidente desde que en 1876 fueron enviados a una exposición que tuvo lugar en Filadelfia (Estados Unidos de América), según consta en el acta municipal del Ayuntamiento de fecha 14 de junio de 1875.
La roca que se extrae consiste en caliza de color gris en corte fresco, negro intenso en sección pulida, y aparece en estratos o bancos de geometría tabular que presentan entre 0,10 y 2 m. de espesor.
Se disponen con inclinaciones inferiores a los 20 grados lo cual favorece el control de los niveles en los diferentes frentes de cantera.
Tales rocas pertenecen a la época Jurásica, concretamente al Jurásico medio o Dogger, lo cual establece una edad de unos cien millones de años para las mismas. A juzgar por los fósiles que presentan y las características de los materiales, estas rocas fueron generadas en una plataforma marina muy somera en cuyas aguas tuvo lugar la precipitación del carbonato de calcio y la acumulación de restos orgánicos bajo condiciones fuertemente reductoras, que favorecieron la concentración y conservación de dichas sustancias orgánicas.
Este hecho unido a los diferentes estadios de consolidación del sedimento durante su transformación en roca son los responsables del excelente grado de cristalinidad y color del tradicionalmente llamado "Mármol negro de Calatorao".
Las canteras se sitúan en el sector conocido como Dehesa Boyal del Romeral. Tal dehesa está relacionada entre los bienes patrimoniales del Ayuntamiento ya que fue excluida de las leyes desamortizadoras el 1 de septiembre de 1900, por ser necesarios los aprovechamientos comunales para los vecinos.
Desde aquella fecha hasta 1925, el Distrito Forestal regulaba los aprovechamientos mediantelos planes dasocráticos, fijando el Ayuntamiento las condiciones económicas y administrativas para la extracción de la piedra.
A partir de 1925 y en virtud del estatuto municipal, la Jefatura Superior de Montes entregó la Dehesa del Romeral al Ayuntamiento, que reglamenta en la actualidad la extracción de piedra mediante concesión anual con el pago de un canon y una tasa variable en función de la cantidad de piedra extraída.