HISTORIA DE RICLA.

 

HISTORIA DE RICLA.( triptico DPZ )

La historia de Ricla es muy desconocida hasta el 1.120, cuando Alfonso I el Batallador conquist� toda la cuenca del Jal�n. Sin embargo, la continuidad de su poblaci�n morisca comprobada en documentos hasta su expulsi�n en 1.610, y la constancia hist�rica de once tenentes que custodiaron su casi desaparecido castillo a lo largo del siglo XII, acreditan que Ricla hab�a sido una localidad de importancia durante la �poca musulmana.

Dichos tenentes o custodios del castillo, fueron desde 1.121 hasta 1.192: Alto Orella, I�igo Gal�ndez, Pedro Ram�n, Lope Lopez, Teresa, Arnal Mir, Mayor, I�igo de Abiego, Garc�a Ortiz de Alberto, Mart�n P�rez de Villel y Berenguer de Entenza, aventajando en este aspecto militar a casi todas las plazas de la l�nea del Jal�n.

En 1.191 se registra en Ricla una encomienda de la Orden Militar del Temple, la cual coexist�a con otra de los hospitalarios hasta que se refundieron ambas Ordenes, llegando a existir un comendador de Ricla y Calatorao.
Todav�a en 1.411 se menciona a I�igo de Alfaro, comendador de Ricla.
En 1.267 consta que Ximeno de Urrea ten�a heredades en Ricla; en 1.315 el se�or�o de Ximeno Cornel, y en 1.357 la donaci�n a Enrique de Trat�mara, pretendiente al trono de Castilla y aliado de Pedro IV el Ceremonioso, la villa lleg� a ser ocupada por las tropas castellanas durante la "Guerra de los Pedros" en 1.362.

La larga etapa de Ricla como cabeza de un se�or�o jurisdiccional de notoria importancia se formaliz� en 1.394 mediante su venta por 2.000 florines de oro, del rey Mart�n el Humano a su cu�ado Fernan Lopez de Luna (hermano de la reina Mar�a de Luna), engrandeci�ndose �l y varios de sus sucesores por medio de su pol�tica matrimonial. Don Fernan cas� con Emila Ruis de Azagra se�ora de Villafeliche y Muel.
El hijo de ambos, Juan de Luna y Azagra vi� confiscados, temporalmente, sus se�or�os por Alfonso V en 1.429.

El tercer se�or, Juna de Luna y Cerd�n extendi� sus dominios a Catalu�a por su boda con Angela Cosc�n, se�ora de Canarasa, Cubells y otras villas.

La casa de Ricla fue considerada por el emperador Carlos V como una de las ocho grandes casas mobiliarias del Reino de Arag�n en 1.528, regristr�ndose a�os despues un cambio de apellidos por la boda de Francisco de Luna con el todopoderoso Diego de los Pobos, secretario de Carlos V, quien les concedi� el t�tulo de Marqueses de Camarasa en 1.543.
No deja de ser curioso que esta familia, arraigada en el Reino de Ja�n ( Ubeda y Canena), recibiera sus t�tulos nobiliarios en sus posesiones no castellanas, pues en la generaci�n siguiente, Francisco de los Cobos y Luna, fue, adem�s de segundo marqu�s de Camarasa, el primer Conde de Ricla (1.589 ).

La jurisdicci�n de los condes sobre Ricla dur� hasta la extinci�n de los se�or�os, decretada por las Cortes de C�diz en 1.811.


Web ralizada por calatorao.com